domingo, febrero 20, 2011

ápdeit días después

Bien, el hijo de puta está tan lindo, tan cerca y tan lejos. A veces pienso en mandarle o decirle TAL cantidad de cosas que me asusto y me guardo todo y no digo nada. Idiota.
La semana pasada fue eterna. Estudiar, rendir, no dormir a la noche, estudiar, rendir, no dormir a la noche y así. Valió la pena, aprobé y pasé a 2do año. Hacía un rato LARGO que no sentía esa felicidad tan enorme. Temblaba de alegría, no podía creer lo que ese papel decía. Lloré con él y con dos chicas más de alegría, de lo inesperado que fue ese 'aprobado' en el permiso de examen. Pero más lindo fue recibir el papel y abrazarlo, que me abrace y que nos quedemos así un rato.
Mientras esperábamos la nota, nos cagamos de risa, intentamos despejarnos por todos los medios posibles para no ponernos más nerviosos. Ahá, imposible.
Miles de indirectas (directas también) y nada. Mucho ruido, pocas nueces. Bah, pocas. Ninguna.

(definitivamente, odio inspirarme cuando estoy sin dormir, oooooooooooodio eso)



¿cuánto tiempo guardas un secreto?
será por ti
será por mí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario